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Cultura ambiental

Por Paúl Vásconez del Salto

Hemos todos escuchado en diferentes medios el llamado calentamiento global, que las reservas de agua están en riesgo, que los desastres naturales son cada vez más destructivos, que nuestra sociedad y el mundo están en peligro inminente, ¿debido a que? ¿Cómo actuar? ¿Quizás no es más que una respuesta de la naturaleza para que nosotros despertemos?

La situación actual de nuestro entorno, el equilibrio entre el hombre y el ambiente, ambos rotos desde inicios de la industrialización y comienzos de la artificialidad de la naturaleza, con los constantes ataques indefinidos a nuestro medio de vida, al respeto mutuo y sin consideración alguna, sin duda han dejado una marca evidente de deterioro en el planeta que vivimos, hipotecándolo así para las próximas generaciones.

Es primordial  para la consecución del desarrollo de una cultura ambiental, partir desde el reconocimiento de las tradiciones culturales locales y la identidad de nuestro pueblo desde sus raíces, conocer el cómo y porqué de su conducta ambiental negativa,  este entendimiento ayudará a generar canales de comunicación directos que transmitan el papel responsable del hombre en su entorno, su participación como solución y su acción como ejemplo, con la apropiación de la problemática ambiental como suya y de su territorio, este reconocimiento e identificación son primordiales para crear conciencia, estos vínculos entre cultura, comunicación y medioambiente nos llevarán a la consecución de una verdadera cultura ambiental propia.

Es nuestro fin transmitir que la acción y participación de niños y jóvenes en la conservación y cuidado del medio ambiente, con proyección a crear una conciencia ecológica que promueva la cultura ambiental en todos sus matices,  sea el legado y herencia ambiental que protejamos, si bien es cierto es una responsabilidad  que es compartida, va desde casa hacia los maestros, instituciones educativas, gubernamentales y demás grupos sociales organizados, esta participación buscará estrategias que permitan generar valores ambientales en nuestra comunidad y esencialmente en nuestra niñez, este compromiso no solo se limita a ofrecer una buena educación o de calidad, es preciso que las nuevas generaciones sean sólidas en conocimientos ambientales, en el equilibrio entre desarrollo y riqueza con el respeto al medio ambiente al mismo nivel, con un conocimiento amplio de los fenómenos naturales y sus consecuencias, para desarrollar así una actitud favorable en pro de revertir el daño causado en nuestro hábitat.

Es este despertar de conciencias, este entendimiento a través de la vinculación temprana hacia buenos y correctos hábitos alimenticios, de higiene personal y de la conservación del medio ambiente, en la comunidad en general, el que llevará a posteriori a tener un entorno limpio, verde, sostenible.

Si bien es cierto se han hecho esfuerzos representativos por rescatar a una ciudad que ha estado en abandono sanitario por mucho tiempo, los únicos resultados medibles serán los que sigan un proceso de educación y transmisión de valores ambientales a largo plazo, con la finalidad de abarcar no solamente la temática de la basura y manejo de desechos, sino tratar temas aún mas importantes como la sanidad alimentaria, el correcto manejo de alimentos en mercados y lugares de expendio públicos, dotación de basureros en toda la ciudad, la protección de bosques y espacios verdes, la implementación de sistemas de generación de energía limpia, plantas de reciclaje, tratamiento de vertientes de agua potable y aguas servidas, y así después se priorice la divulgación de temas inherentes al contacto y respeto hacia y con la naturaleza en nuestra ciudad.

Y la respuesta no es fácil,  pero si son urgentes las acciones que  en términos de gestión seria primordial ejecutar inmediatamente como son: el correcto manejo de licencias ambientales locales, en términos de precautelar los bienes naturales del cantón y la provincia,  un estudio detallado de reservas y áreas naturales “protegidas” en peligro, especies nativas faunísticas y forestales expuestas, contactar y trabajar con organismos e instituciones que administran y realizan proyectos de investigación ecológica en todo el país, y generar así un marco normativo apropiado y esencialmente actualizado que permita atraer recursos para solventar la problemática ambiental local. No podemos permitir que nuestro patrimonio natural este expuesto al daño causado ciertas veces con fines electoreros desleales, para citar un par: la explotación minera en las Naves o “el mejoramiento de lagunas” para las competencias de fuerabordismo y 4x4 en Las Cochas (un parque que de natural ya no le queda mucho sin desmerecer los multiservicios que presta), en nombre del turismo y el progreso, con estos antecedentes es inminente nuestro despertar y precautelar lo que es de nosotros, lo que nos pertenece como Guarandeños y Bolivarenses para caminar hacia un futuro abierto al turismo sostenible, responsable y coherente con nuestro medioambiente.

Muchos de los problemas que tiene el entorno natural local, si bien es cierto son críticos, son a su vez remediables y surgen de una buena comunicación, donde el intercambio de experiencias, necesidades y falencias  en la comunidad sean profundizadas desde varias posiciones,  y que con un esfuerzo en común se viabilice una identificación real, empecemos por exigir el abandono de antagonismos  y egoísmos políticos  a quienes deben liderar estas iniciativas, para lograr los cambios que vayan en pos de una transformación de la actitud ambiental en positiva. TODOS JUNTOS,  única y exclusivamente así lograremos tener una mejor calidad de vida para todos los nuestros.

Cultura y Ambiente: la necesidad del diálogo de saberes.

Por Anita Krainer y Sandra Garcés

Cada vez resulta más claro que el sistema educativo predominante en el Ecuador está descontextualizado. A esto, algunos autores lo denominan la “colonialidad del saber”. Sin embargo, no son pocas las voces que desde hace años vienen cuestionando el tipo de educación que se imparte en nuestro país.

Si en nuestro país predomina el mestizaje y conviven múltiples culturas, tanto originarias como extranjeras, ¿por qué se ha invisibilizado la gran diversidad de saberes que existentes en el Ecuador? ¿qué ha sucedido con todo el saber acumulado en nuestros ecosistemas; en nuestras comunidades indígenas, campesinas, afroecuatorianas, en los descendientes de nuestros inmigrantes remotos y recientes; en nuestras ciudades, en nuestras zonas industriales, en nuestros barrios marginados, en nuestras escuelas, universidades?

“Si algo caracteriza a la región del mundo que ocupamos es su biodiversidad, expresada en todas y cada una de las dimensiones en las que se desenvuelve la existencia de las poblaciones latinoamerianas y caribeñas” es decir existen, además de la gran diversidad natural, una gran diversidad de procesos históricos, de culturas, de etnias y de conflictos.

En este contexto y en una sociedad en la que predomina la desigualdad y la explotación de la naturaleza, surge la necesidad de un proceso integral de educación ambiental e intercultural, ya que el aprendizaje escolar se viene desarrollando sobre las bases de pensamiento que refuerzan la insensibilidad del ser

humano hacia “el otro” y hacia el resto de la naturaleza.

En medio de esta realidad, en varios centros educativos del país se están desarrollando diversas iniciativas que buscan enfrentar dicha insensibilidad. A través de una investigación, que se viene implementando desde el Programa de Estudios Socioambientales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO, se busca realizar un sobrevuelo sobre varias de estas iniciativas con el deseo de aprender de sus experiencias, entender sus procesos y dar visibilidad a todo el gran esfuerzo diario que una gran cantidad de seres humanos dedican generosamente a las tareas a favor de una mayor conciencia y respeto en las siguientes generaciones.

La investigación[2] inició en diciembre de 2009 y se desarrolla en cinco provincias, Pichincha, Guayas, Chimborazo, Pastaza y Galápagos, y en las cuatro regiones del país. Son siete los centros educativos que nos abrieron sus puertas y en los cuales hemos compartido una gran cantidad de experiencias: Colegio Pachamama y Escuela Charles Robert Darwin (Pichincha), los centros educativos Monseñor Leonidas Proaño y Ñucanchi Allpa (Pastaza), la escuela Pulinguí San Pablo de Chimborazo, la Escuela Particular Nr 7, SER de Guayas y la Unidad Educativa Modela Tomás de Berlanga de Galápagos.

 El equipo de investigación está conformado por seis investigadores que provienen de diferentes profesiones: Anita Krainer, Sandra Garcés, Sara Gómez de la Torre, Claudia López, Verónica Santafé y Luis Miguel Arroyo. Fueron también parte del equipo durante la primera fase de investigación: Mónica Orozco, Viviana Baptista y Angelina Stercken.

El proyecto terminará a finales del año 2010. El aprendizaje que hemos recogido en el camino lo estamos compartiendo a través de foros de en las provincias en las que hemos trabajado y está prevista la difusión más extensiva a nuestra sociedad una vez que éste haya terminado.

El agua y su difícil curso

Por: Juan Calles López.

Guaranda como muchas ciudades en el mundo, tiene una relación estrecha con el agua. El agua es el símbolo más importante para los guarandeños cuando festejamos nuestro tradicional carnaval.

 A través de los años el agua ha sido un tema de preocupación constante para los habitantes de la ciudad que no cuentan con el servicio en sus casas o que sufren cortes de este servicio en algunas ocasiones. Lamentablemente muy pocos tenemos clara la conexión entre el abastecimiento de agua en nuestras casas y la conservación de las fuentes que regulan el ciclo del agua, que en el caso de Guaranda, son los riachuelos y ríos que se originan en los páramos y en los deshielos del Chimborazo. Las principales fuentes de abastecimiento de agua para Guaranda se originan a 4500 metros de altitud en los arenales del Chimborazo y sus zonas aledañas. 

Pero el agua para llegar a la ciudad debe atravesar mútiples dificultades ya que desde los sitios de captación existen múltiples actividades humanas que deterioran su calidad y cantidad. El uso desordenado e indiscriminado del páramo de pajonales para el pastoreo de miles de ovejas en las zonas altas, la ganadería intensiva y agricultura con un uso no tecnificado del riego son los principales problemas en la zona alta hasta sobre los tres mil metros de altitud. A estos problemas se añade el crecimiento poblacional en estas alturas y el nulo tratamiento de las aguas residuales producto de los vertidos industriales y urbanos. 

Esta situación se ha agravado con el pasar de los años y para los que hemos escuchado las historias de nuestros padres cuando el paseo de la tarde incluía una caminata hacia el Pishca (río Salinas), o los que pudimos disfrutar de juegos en las orillas del río Guaranda, éstas historias son solo recuerdos, ya que hoy difícilmente algún niño puede acudir a las orillas del río Guaranda a divertirse por los altos niveles de contaminación que se registran en el río. El crecimiento urbano de la ciudad sin una adecuada planificación ha puesto a los ríos alrededor de la ciudad en peligro ya que todas las aguas servidas de la ciudad se vierten en el río sin ningún tratamiento previo.